Blogia
Perros y gatos

Leucemia Felina

Esta enfermedad viral, que puede afectar a cualquier gato sin distinción de edad, sexo o raza, es una importante causa de mortalidad y morbilidad –gatos infectados que no presentan la enfermedad entre la población felina, al grado que en algunos criaderos de gatos que expiden pedigree´s ha causado un número considerable de bajas. Actualmente se está intentando regular esta actividad, de manera que los animales sean vendidos en estos lugares junto con un certificado que acredite que están libres de la enfermedad que, como señalamos antes, puede ser mortal.

Transmisión. La principal vía de contagio en un gato adulto es a través del contacto directo con la piel, el pelo y las secreciones -moco y saliva principalmente- de un gato infectado, mientras que muchos cachorros se contaminan a través de la placenta o de la leche materna.

Una forma muy frecuente de adquirir este mal es cuando el gato sale a pasear, puesto que no es raro que pelee, se acicale o se cruce con gatos infectados. Un gato puede tomar dos caminos en caso de llegar a infectarse: presenta la enfermedad de inmediato o se convierte en portador para el resto de su vida.

Una tercera manera de adquirir la leucemia felina es a través de la vacuna, pues si el gato ya es portador del virus existe una alta probabilidad de que demuestre la enfermedad. Por esta razón, si deseas vacunar a tu gato para protegerlo de esta enfermedad, te recomendamos que visites al especialista, a fin de que lo valore y determine si está realmente libre de la enfermedad y te expedirá un certificado médico. En caso de que sea portador, debes seguir las precauciones que el veterinario te indique y esterilizarlo para evitar que se reproduzca e infecte a otros gatos y a sus crías.

Consecuencias que sufrirá tu gato. Esta enfermedad ataca y perjudica gravemente los mecanismos naturales de defensa del animal -su sistema inmune-, dejándolo prácticamente indefenso ante la presencia de otros agentes infecciosos, de una manera análoga al virus del SIDA en los humanos.

La enfermedad se manifiesta con la aparición de tumores en: nódulos linfáticos gastrointestinales, riñón, ojos, sistema nervioso, piel, pulmón, corazón, vejiga urinaria, vías nasales o médula ósea, que frecuentemente se presentan junto con anemia. En una hembra puede ser causa de infertilidad, y si ya está gestante puede provocar aborto, reabsorción o muerte del feto y debilidad de la cría al nacer.

Tratamiento. El tratamiento es costoso, ya que incluye antibióticos, moduladores inmunológicos, fármacos antivirales e incluso transfusiones que pueden prolongar su vida, en caso de que la anemia esté presente.

Los gatos en que se presenta la enfermedad y sobreviven continúan su vida normal, sin embargo serán transmisores de la enfermedad por el resto de sus vidas. Algunos incluso pueden generar anticuerpos a pesar de no haber sido vacunados, lo que queda demostrado por el hecho de que, a pesar de haber estado expuestos a la enfermedad, nunca presentaron los signos ni secuelas posteriores.

0 comentarios