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Perros y gatos

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA UNA TIÑA?

 

Nunca se debe diagnosticar una tiña en base sólo a las lesiones que presente el individuo, ya que por este método se diagnostican erróneamente en exceso.

En la clínica existen varios pasos en el diagnóstico de esta micosis.

En primer lugar están las técnicas que se pueden realizar en un momento, pero que en muchos casos no detectan la infección. El examen microscópico de pelos sólo puede ser realizado por profesionales muy expertos, y aun así la mayor parte de las veces no se detecta el hongo. Una técnica que sí se realiza con frecuencia es la exposición de las lesiones a la lámpara de Wood, la cual emite una luz ultravioleta que pone de manifiesto algunas infecciones por Microsporum canis, apareciendo entonces una fluorescencia de color verdoso en la zona lesionada; bien empleada, esta técnica puede detectar alrededor del 30-40% de las tiñas de perros y gatos. En conclusión, si cualquiera de estos dos métodos es positivo, el diagnóstico de dermatofitosis es verificado, pero si dan negativo, nunca se puede descatar que sea una tiña. Cuando no se ha sido capaz de diagnosticar la enfermedad, el paso siguiente es realizar un cultivo de pelos recogidos de los bordes activos de la lesión, a fin de comprobar si crece un dermatófito. En cualquier caso este es el mejor método de diagnóstico.

Un caso especial es el de los gatos con una tiña subclínica en los que no existen lesiones de donde recoger muestras adecuadas para el cultivo; en estos caso el método ideal es cepillar todo el manto del animal con un cepillo estéril, por ejemplo un cepillo de dientes nuevo, e posteriormente presionar las cerdas del cepillo en el medio de cultivo, para así depositar los hongos, si hubiera infección.

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